LÍA

About This Project

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Hola, soy Lía. Puedo compartirte con gusto que formo parte de las adopciones caninas en CDMX durante la pandemia. Pese al confinamiento, mi peluda existencia tocó el alma de una humana fenomenal que hoy me tiene como una consentida de su hogar.

Pero pude tener un futuro horrible. Te cuento mi historia.

Fui rescatada en diciembre de 2019 junto a mis hermanitas y mi mami. Recuerdo bien el lugar: Parque Artes Gráficas (cerca del Eje Central Lázaro Cárdenas). Y me acuerdo porque allí unos drogadictos habían matado a otro de mis hermanitos aventándolo con crueldad hacia una pared. A nosotras nos salvaron a tiempo.

Nuestros angelotes nos trasladaron a un refugio en el Ajusco para resguardarnos. Estuvimos abrigadas en compañía de otro hermanito que igualmente alcanzó a ser rescatado.  ¡Qué bueno!

De inmediato se dio a conocer la situación que padecimos con el propósito de proceder a los debidos lineamientos y requerimientos de adopciones caninas en CDMX. Personas ayudaron para que estuviéramos en las mejores condiciones antes de encontrar una familia.

Me puse loca de contenta cuando me dijeron que mi mamita fue adoptada, me dio muchísimo gusto. Merecía una oportunidad de rehacer su vida. Fue tal la emoción que intuí un destino similar al de ella. Y no me equivoqué. Mi corazón perruno atinó y aparecí en el camino de Lissette, mi humana, mi hogar.

¡Es a todo dar! Aparte de consentir mi lado tragón, me apapacha bastante y me consiente dejándome dormir a su lado o posando para selfies. Hemos sabido transcurrir la contingencia sanitaria con amor, unidas.

Ah, no me olvido de ustedes:

-Sra. Demirdjan. Gracias por rescatarme y ser pieza fundamental para que mis ladridos se escuchen actualmente en una casa.

-Dr. Rocha. Gracias por ponerme guapa con mi baño y estar atento de mi situación médica.

-Mariana Sala. Gracias por ponerme en trayecto a mi felicidad con los traslados y entrega de adopción.