JAZZ

About This Project

Publicidad

Hola, soy Jazz. Te cuento que mis bebés y yo fuimos rescatados a finales del 2017 en un lote baldío donde nos dejaron sin comida ni agua.

Nuestros rescatistas nos llevaron de inmediato al veterinario. Toda vez que fuimos atendidos, nos trasladaron a la pensión. Allí, después de mucho tiempo, supe lo que era dormir bajo un techo decente, con alimentación y compañía. Mis bebés crecían protegidas y cuidadas. Entonces vino un suceso triste: ellas se fueron antes que yo. Las extrañaba mucho, me hacían falta. Pero con las semanas aprendí a ser una mamá feliz porque mis nenas se fueron con bellísimas familias y sus vidas serían fabulosas.

Cuando creí que nadie me iba a adoptar, un día me bañaron y me pusieron guapa porque tenía visitas. ¿Visitas yo? Sí, así fue. Escuché muchas veces mi nombre, me pusieron un suéter y me colocaron frente a dos humanos que corrieron a abrazarme, a apapacharme. Fue tal mi sorpresa que me dejé, no opuse resistencia. Sentí su amor a la primera.

Me cargaron y subieron a un coche. A partir de ese momento cambió mi vida para siempre. Llegamos a su casa, o mejor dicho, a nuestro hogar, ya que en instante formé parte de su familia, mi familia.

Gracias Clau y Gabo por ser mis papis para siempre. ¡Los amo!