marzo 18, 2019
Soy Poncho. Permíteme contarte mi historia como perro rescatado en carretera.
Fue el 24 de febrero del 2019 cuando deambulaba herido y lastimado sobre la carretera federal a Toluca. Mi cuerpo ya no daba para más. Tenía hambre, sed. Aparte estaba desconcertado porque no sabía qué hice o en qué fallé como mascota para que me dejaran allí tirado.
Por fortuna, una familia se detuvo. Sus integrantes tuvieron compasión, me subieron a su auto. De allí me llevaron a un veterinario donde me vacunaron, esterilizaron y cuidaron.
Entonces Dogs for Love comenzó a hacerse cargo de mi proceso de adopción. Descubrí que era víctima de lo que muchos otros perros como yo sufrimos: el abandono. «¿Quién querrá adoptar un lomito de mi tamaño y despreciado por un dueño anterior?», me pregunté. Mientras tanto, los donativos de Life Consulting ayudaron a mi manutención.
Después de un par de meses, Dogs for Love recibió una llamada especial. Alguien se había interesado en mi caso, o mejor dicho se conmovió. Preguntó todo acerca de mí y cuáles eran los requisitos para adoptarme. Se trataba de Santi, un humano que quiso darme la oportunidad de ser su mejor amigo por siempre. Desde ese momento, aunque él no lo supo, ladré de felicidad. Mi ladrido era una forma de decirle «¡papá!».
Atrás dejé mi pasado como perro rescatado en carretera.
Toda vez que estuvimos juntos Santi y yo en mi nuevo hogar, nuestras vidas han cambiado completamente. Puedo compartirles que soy muy feliz, que vivo en una hermosa casa donde mi familia me dedica tiempo para jugar, para sacarme a pasear al parque y llevarme en coche con ellos a lugares donde puedo estar a su lado. También me enseñan cosas que desconocía, por ejemplo comer sano y nutritivo.
Disfruto demasiado dormir calientito y limpio en una camita que me encantó en cuanto me mostraron que ahí podía descansar. Tampoco me faltan juguetitos para entretenerme. Lo tengo todo, principalmente amor.
¡GRACIAS POR CAMBIARME LA VIDA, SANTI!