octubre 21, 2020
Hola, soy Baloo, uno de los afortunados perros adoptados en CDMX durante el año de la pandemia y antes de Navidad. ¡Pasaré Nochebuena en familia! Pero permítanme contarles un poco de mi historia.
Era apenas un cachorrito cuando fui rescatado de maltrato. Personas adictas a las drogas nunca se pusieron a pensar que soy un ser vivo que siente.
Por fortuna para mí, todo cambió gracias a unas mujeres de enorme corazón que me resguardaron por algún tiempo hasta que el equipo de Dogs for Love se hizo cargo de mi caso.
Por un periodo de dos meses estuve hospedado y atendido médicamente en el Centro Integral Veterinario Ángelus en la Ciudad de México. Me aplicaron todo el protocolo médico que necesitaba.
Todos los días jugaba con más perritos en guardería. Puedo decir que a lo largo de mi estancia fui un lomito muy feliz y apapachado por todas las personas que ahí laboran.
Mis amigos de Perritos House patrocinaron todas mis vacunas, además de irme a visitar para jugar conmigo y consentirme con caricias. También ayudaron a difundir mi adopción.
Una vez sano y fuerte, inicié entrenamiento de obediencia gracias a Argos K9 Training. En pocas sesiones aprendí a sentarme, echarme, caminar junto y para atrás.
Cuando menos me lo esperaba, luego de varios meses como adoptable, apareció un chico extraordinario frente a mí. Dijo que quería conocerme. En cuanto me vio no paró de abrazarme y decirme cosas lindas.
Su energía fue tan grande que me llenó de felicidad. ¡Hice clic con él! Días después llegué a su casa, la misma que ahora es mi hogar. Me recibió muy emocionado. ¡Yo no lo podía creer!
La espera valió la pena, somos el uno para el otro. ¡Hoy soy uno de los afortunados perros adoptados en CDMX! Así como mi humano lo hizo conmigo, los invito a adoptar. No compren.
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